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Ver catálogoSi sos de los que entrenan a diario y no querés que los excesos veraniegos te pasen factura, hay muchas actividades que se pueden realizar para no perder el ritmo.
Sin excusas, aunque quisieras...
- Adaptar tu rutina: muchos de los ejercicios que se realizan en un gimnasio se pueden hacer perfectamente en la arena, tanto en las dunas como en la parte que baña el mar. Estas superficies, por sus características, suelen exigir un mayor nivel de resistencia, por lo que te aconsejamos disminuir las repeticiones o la intensidad.
- Correr o caminar por la playa: la caminata diaria a orillas del mar es, sin dudas, un momento único que no sólo ayuda a mantenerse activo, sino que reconforta y da serenidad. Calma la mente a la vez que tonifica y es un excelente ejercicio areóbico. Si te animás a correr, los beneficios aumentan a nivel físico. Para quienes sufren problemas de rodillas o tobillos, es mejor ejercitarse por la arena más dura, para evitar posibles sobrecargas en los músculos.
- Nadar: el simple hecho de jugar con las olas por unos minutos te hará quemar calorías. También podés intentar hacer de este ejercicio un hábito diario durante tus días de playa: te ayudará a trabajar tus músculos de manera integral y mejorar la circulación, gracias al yodo del agua de mar.
- Deportes playeros: es una de las formas más divertidas de ejercitarse en verano. Además de trabajar piernas y brazos, te da la oportunidad de conocer gente nueva y pasar un momento muy distendido. Sólo como ejemplo: un partido de vóley o de fútbol playero puede ser el plan de una tarde, mientras quemás hasta 550 calorías.
Prevenir, ¡para disfrutar!
Queremos que realices tus actividades físicas en la playa de forma segura y sin problemas. Por eso, también te acercamos los siguientes tips que te ayudarán a aprovechar la experiencia al máximo.
- Regular el entrenamiento: por lo general, uno no está acostumbrado a entrenar en la arena. Lo ideal, en estos casos, es comenzar de a poco para no sobreexigir músculos y articulaciones.
- Evitar las horas centrales del día: los destinos de veraneo suelen ser lugares muy calurosos. Para que no te deshidrates ni fatigues demasiado, te recomendamos entrenar por la mañana o al atardecer. Además, si aprovechás las primeras horas del día, ¡te evitás ir sorteando sombrillas y castillos de arena! Un plus, ¡que lo vale!
- Después de cada entrenamiento, un buen chapuzón: el mar es ideal para refrescarse y darle al cuerpo un merecido alivio después de ejercitarse. Además, el yodo del agua marina y el movimiento de las olas son una combinación perfecta para contribuir a la circulación sanguínea.
- Protegerse del sol: siempre que estés al aire libre, incluso si está nublado, utilizá gorra o sombrero, y la protección solar adecuada para tu tipo de piel.
- Hidratarse: con tan altas temperaturas, es vital mantener el nivel de agua en tu organismo. Es importante tener siempre a mano una botella de agua fresca.
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